Erase una vez una joven japonesa que vivía en una aldea perdida en la selva.
Un día salió a dar una vuelta por la selva y se perdió. Se encontró un animal extraño que le dio unas plantas medicinales. Y decidió coger ese animal tan extraño para examinar las plantas que le había dado.
Intentando volver a la aldea se encontró más plantas extrañas que, más tarde, supo que según sus antepasados se llamaba Camella sinesis.
De vuelta a la aldea se encontró un camino más corto para llegar. Cuando llegó ya había anochecido así que se fue directa a dormir.
Al día siguiente se despertó temprano para ir a cazar al bosque y no encontró ningún animal. ¡Fue rarísimo!
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